
Yo no sé de historias perfectas
tampoco de vidas sin piedras
y menos,
de noches sin calabozos o guillotinas.
Solo sé de la hierba
que corre por el cielo,
ahuyentando al llanto reptil
que sitia el azul de los sueños,
del susurro desesperado
que las nubes valientes
bordan en la boca del viento.
Desconozco el aullido que roe la sed de firmamentos
rompiendo al gemido del alba
en las pupilas del silencio.
Abrazo al árbol que vuela,
al pájaro que canta hasta morir
y al sermón que levanta a los cadáveres,
si es que osan amar
atizando al fuego
de los ángeles.

Qué belleza de prosa poética
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Hola Adriana.
Gracias.
Valoro que te haya gustado.
Que tengas un fin de semana inspirador.
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